Valora a tus empleados, ellos son tu fuerza de trabajo
La clave del éxito de las empresas sin duda es el capital humano que les garantizará un crecimiento constante a lo largo del tiempo. Sencillamente si ustedes como dueños o responsables de determinadas organizaciones no comprenden sobre lo fundamental que puede ser un buen profesional, entonces estarán destinados a la decadencia, esto porque no supieron retener a sus mejores colaboradores, porque no les compensaron como se debía o porque no les dieron el reconocimiento que sólo los capaces se ganan con su propio esfuerzo.
De todos modos actualmente vemos como esto está cambiando, vemos como los empresarios valoran más a su fuerza de trabajo potenciándola para que cada vez sea haga más productiva al igual que competitiva. Sin embargo, todo no debe ser exigencia al límite, hoy en día conseguir buenos resultados de un trabajador dependerá mucho de lo que hagan los empleadores para que laboren a gusto y con ganas de innovar si fuera preciso.
Si tal vez han descuidado un tema de vital importancia como este, entonces aquí les compartimos una serie de consejos que permitirán el cambio en la actitud de sus empleados inyectándoles esa dosis de motivación que nunca debería faltar dentro de sus empresas:
- Crear un ambiente positivo. No es una novedad saber que todas las personas que se encuentran en un lugar ya sea bien equipado, seguro y con otras personas igualmente capacitadas, empezarán a desenvolverse de manera óptima para conseguir los objetivos trazados. Por ejemplo para un científico un laboratorio con lo último en tecnología junto con otros profesionales competentes sería lo ideal y una motivación para hallar la cura de cualquier enfermedad, ¿no lo creen?, y qué hay de los deportistas, de los abogados, etc. En resumidas cuentas, para que sus empleados puedan trabajar con gusto tendrán que proveerles de instalaciones acordes con sus profesiones además de garantizarles ambientes positivos llenos de ánimo y no de confrontaciones y riñas que tarde o temprano terminarán alejando a sus compañías de las metas principales.
- Fomentar la participación. Sabemos que un colaborador reprimido es una persona que se siente no escuchada y por consiguiente poco o nada valorada, ¿cómo se sentirían ustedes si desean aportar una idea valiosa a la empresa donde trabajan pero no pueden porque simplemente no existe ni la ocasión ni el permiso de nadie?, ¿impotencia? Ahora bien, esto suele pasar y lamentablemente significa pérdidas para la empresa debido a que una buena idea se desperdicia. Lo que deben hacer es dejar que todos piensen y que sobre todo compartan con los demás el fruto de su creatividad.
- Apoyar la iniciativa. Este punto tiene que ver con el anterior ya que si escuchan las ideas de los demás entonces tendrán muchas propuestas de donde escoger para iniciar nuevos proyectos. Lo que se aconseja es que traten de caminar junto con sus empleados para que los puedan ayudar en sus avances, es decir, tratar de hacerles sentir que siempre están al pendiente de sus aportes y que estarán allí para apostar por sus enormes ganas de éxito.
- Aceptar el sentido de pertenencia. Hoy en día se habla mucho acerca de que los empleados deben considerar a sus centros laborales como si fuesen sus propias empresas. Esto se considera como una estrategia para que tomen como suyos los retos que se puedan presentar y los resuelvan como si estuviese en juego su propio patrimonio. Por lo que escuchar a alguien decir: “esta es mi oficina”, “este es mi área de trabajo”, “este es mi equipo de marketing” o “esta empresa es mi casa”, es un indicativo de que las personas se han comprometido tanto con la compañía que difícilmente descuidarán sus empleos con el fin de no desprenderse de ellos jamás.
- Beneficiar el crecimiento profesional. ¿A qué empleado no le motiva que lo envíen a capacitarse con un diplomado o con un doctorado, o quizás que le paguen un viaje a cierta ciudad donde se realizarán una serie de conferencias relacionadas al rubro donde se desempeña? O de repente ni eso, ya que proporcionándoles las herramientas oportunas para que produzcan más como maquinaria especializada o tal vez ordenadores con Internet y software de calidad, eso de verdad sería un aliciente para trabajar con más fascinación, algunos comenzarían a llegar más temprano. La idea es que les hagan sentir ese apoyo que los ayudará a crecer tanto como personas así como profesionalmente.
- Establecer la retroalimentación. No puede ser posible que los jefes no se puedan comunicar con sus empleados, si quieren que sus empresas puedan ver el camino del éxito sí o sí tendrán que reunirse constantemente con sus colaboradores de manera que puedan saber sus progresos y fracasos, de esa manera podrán aconsejar sobre lo que se debe mejorar o felicitar para que las buenas obras se vuelvan a repetir. Por otro lado, muchos de sus trabajadores de seguro tendrán algunas quejas, malos entendidos o problemas de diversa índole laboral incluso de carácter personal que deseen resolver, así que lo recomendable es que inspiren confianza y sean muy flexibles para escuchar y entender prácticamente “de todo”, también las sugerencias de los empleados hacia ustedes como cabezas de grupo.
- Brindar las gracias. A todas las personas les agrada que las feliciten por sus logros alcanzados, más aún a profesionales que se han esforzado para convertirse en lo que son ahora. Traten de que jamás sientan que sus esfuerzos hayan sido en vano o que se han cambiado por unos simples cheques, además del dinero es fundamental que sepan que ustedes anhelan que sigan creciendo porque de esa forma sus organizaciones también se verán favorecidas. Estamos refiriéndonos a reconocimientos en público lo que traerá repercusiones hacia quienes también quieran estar en la tarima dentro de pronto.
- Premiar los éxitos. Otra forma que pueden usar para motivar a sus empleados es ofreciéndoles bonos, obsequios de todas las clases como boletos de viaje, aumento de paga, etc. Otra forma de premiar a los dedicados, es decir, a aquellos que se han “puesto la camiseta”, es organizando reuniones o fiestas, aunque sea una vez al mes, para festejar todos los objetivos logrados en dicho lapso de tiempo.
Finalmente nos queda recordarles que el centro de labores es como la segunda casa de cualquier empleado así que será mejor tratarlo como se debe, pues si no, entonces hay leyes que los protegen y otra es que no se esforzarán al máximo.